Alrededor del 40 % de las iglesias evangélicas en el país opera de manera independiente, según datos del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue). Para su presidente, Feliciano Lacen, este porcentaje equivale a unas 6,000 iglesias que no están bajo la cobertura jurídica y actúan sin ningún tipo de supervisión.
Aunque no existe una imposición que obligue a las iglesias a operar bajo un concilio, según Lacen, quien es responsable, tiene ética y moral, sabe que «debe estar por el libro y la ley», y pertenecer a organismos que puedan darle tutela.
Explica que hay dos grupos de iglesias evangélicas: unas que están «bajo la ley» -que actualmente ascienden a 15,000-, y otras que están jurídicamente establecidas, pero que no pertenecen a concilios.
¿Cómo operan las iglesias que no están en concilio?
Diario Libre consultó con representantes de las que actúan de manera independiente. Una es la de la pastora Tomasa González, quien dirige la Iglesia evangélica «Fuente de Vida», en la provincia de Hato Mayor. Dice que su iglesia es «supervisada por Cristo».
La líder eclesiástica narra que, cuando solo era una miembro de la iglesia, sus pastores tuvieron un percance, lo que los llevó a abandonar el templo. Ante el vacío, los feligreses la eligieron como su pastora, aunque no tenía estudios previos que la respaldaran para el puesto.
«No quería, pero los miembros de la iglesia pusieron su mirada en mí y me eligieron para que fuera su pastora. Yo me negaba a pastorear, y entonces con el poder de Dios me quedé ahí», indica.
Sostiene que con los ingresos que llegan a la congregación se realizan trabajos en la misma iglesia y ayudan a los miembros -y a los que no lo son- cuando tienen alguna necesidad.
Diferencias entre iglesias reguladas y las que no
El presidente del Codue explica que las iglesias que no son reguladas actúan bajo su propio gobierno, sin nadie que les paute reglas y supervisión, por lo que son más propensas a situaciones que levantan el escrutinio público, como los casos de pastores evangélicos acusados de abuso sexual contra menores de edad.
El primero es el pastor Víctor Manuel Kery, quien guarda prisión preventiva por un año -dictada en julio pasado, acusado de abuso sexual contra menores de su feligresía, en la provincia de La Altagracia. Según las investigaciones, este lideraba una iglesia que funciona de manera independiente.
El segundo es el caso de Johan Manuel Castillo Ortega, a quien en junio pasado le impusieron tres meses de prisión preventiva, acusado de violar al menos a dos hermanas de 13 y 17 años en Los Alcarrizos, en Santo Domingo. En contra del pastor hay un total de cinco acusaciones por abuso sexual.
Las iglesias reguladas, en cambio, se mantienen bajo monitoreo, con reuniones mensuales de pastores.
Otras religiones
El Codue precisa que es en las congregaciones evangélicas donde más abundan las iglesias que operan a la libre. «Sabemos que los mormones, adventistas, testigos y católicos no caen en la ilegalidad», afirma.
En el caso de las católicas en la región este del país, el padre Miguel Ángel Grullón señala que las de El Seibo, La Romana y La Altagracia, pertenecen a la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia con sede en Higüey, dirigida por el obispo Jesús Castro Marte.
En tanto las de San Pedro de Macorís y Hato Mayor pertenecen a la Diócesis de San Pedro de Macorís, dirigida por su obispo Santiago Rodríguez Rodríguez.
«Se puede decir que no hay ninguna Iglesia católica o capilla aparte o independiente, y en caso de que surgiera alguna se favorece que haya unión, porque la palabra católica significa universal y que estamos todos en la misma comunidad», señala.
Respecto a los mormones tampoco hay registros de iglesias independientes. Una de sus miembros, Jinet María Hernández, señala que todas las congregaciones pertenecen a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días. «Todas se llaman así y están bajo supervisión», observa.
Lo mismo pasa con los Testigos de Jehová y la Iglesia Adventista del Séptimo Día, aunque de esta última se han desprendido grupos considerados reformados, pero que no son reconocidos oficialmente como parte de su estructura oficial.
En ese sentido, Francis Contreras, encargado de Relaciones Públicas de las iglesias adventistas en la región sureste del país, dice que esta denominación como institución está reconocida oficialmente, y todo independiente ya no sería Adventista del Séptimo Día.
«Hay personas que se han desprendido de los adventistas y siguen llamándose adventistas, pero no forman parte de la organización como tal», enfatiza. Precisa que a esos grupos independientes se les respeta porque son de pensamientos propios y, como iglesia, no se hace nada con la intención de atacarles.
Recomendaciones del Codue
El Codue recomienda a las iglesias evangélicas que no están reguladas a que lo hagan, para que tengan un mejor desarrollo y aporte a la sociedad, que necesita ministerios formales creíbles y depurados, que ayuden a contrarrestar los males sociales
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