“Justicia, nosotros esperamos justicia, que todo el que está incluido, justicia con ellos”. Este es el clamor de la abuela de la menor supuestamente violada por dos de sus profesores en la escuela básica La Siria, del municipio Quisqueya, en la provincia San Pedro de Macorís.
La dama, cuyo nombre se hace omisión para preservar la identidad de la menor de 13 años, manifestó con dolor el daño emocional y moral que ha causado en la familia la noticia, desde el pasado sábado, cuando se enteraron del hecho.
“Eso le ha dado duro a uno, a mí no me pasa ni agua, lo único que me pasa es un cigarrillo y un traguito de café, la mamá de esa niña se me puso mala aquí el otro día”, dijo la abuela materna de la adolescente.
Manifestó que al saber el hecho le cuestionaron a la menor por qué no había comentado lo que estaba sucediendo en la escuela a uno de sus padres y la niña expresó que recibía amenazas de uno de los docentes, de que le haría daño si daba la voz de alerta. “La niña me explicó que él la miraba para que ella no hablara, ella me dice que forcejeaba con él, y le decía que si ella hablaba le iba a pasar algo”, expresó la señora, quien ayer aguardaba en su casa a la espera de la madre de la menor, que hacia diligencias relativas al caso en el pueblo de la provincia.
Añadió que los padres de la niña tenían contacto con uno de los docentes en la iglesia a la que asistían, donde este expresaba que esta “estaba floja en las asignaturas”, sin embargo, nunca temieron de que algo como lo denunciado podría estar sucediendo en las aulas.
Bajo arresto
La mañana de ayer, uno de los dos profesores, identificado como Fernando Altagracia Peña Eusebia, se presentó a una comandancia policial en compañía de sus abogados y se espera que el ministerio público solicite la medida de coerción en su contra.
En ese sentido, los padres de la estudiante también presentaron una querella formal en la Fiscalía del municipio.
Sobre esto, el director de la regional de Educación 05, correspondiente a San Pedro, Hato Mayor y La Romana, Isidro Santana, manifestó que desde la institución procuran que tanto a los supuestos maestros involucrados, así como a quienes sabían de la situación y no alertaron, les caiga todo el peso de la ley.
“Todo aquel que haya infringido la ley y que haya tapado toda esta situación que estaba aconteciendo, la justicia se encargará de tomar las acciones pertinentes y nosotros como Ministerio de Educación no nos detendremos hasta darle todo el apoyo al sistema educativo”, sostuvo.
Acompañamiento psicológico
Santana externó que desde el lunes le brindan acompañamiento socioemocional a la menor y a su familia, y extenderán este apoyo a los demás miembros de esa comunidad educativa.
“Desde ya se le está dando acompañamiento a la familia, a la niña, a la comunidad hemos estado enviando los psicólogos de la regional y los maestros que han sido o serán suspendidos tendrán maestros que van a estar ocupando su lugar y en todo este tramo tendremos un acompañamiento muy personalizado con este centro educativo”, manifestó.
Agregó que a pesar de que la escuela localizada en medio de cañaverales permanece con todas sus puertas y ventanas cerradas, la docencia se continúa impartiendo desde la virtualidad, a fin de evitar represalia en contra del personal de parte de los vecinos de la zona, quienes reaccionaron de manera violenta con la quema de neumáticos y protestas a inicios de semana, cuando se suspendieron las clases.
“No fue que se suspendieron las clases en ese centro, la pandemia nos enseñó a trabajar en la virtualidad, lo que hicimos fue cerrar las puertas de la estructura física para salvaguardar la integridad física de los docentes, de los mismos niños en sentido general”, aseveró.
Precisó, además, que los maestros que sean suspendidos o desvinculados de la institución por esta situación, serán sustituidos por otros para no trastornar el curso del año escolar.
Consternación
En el Batey La Siria, donde reside la menor con sus padres y dos hermanos en una humilde vivienda, la consternación embarga a los vecinos, quienes se sumaron a las peticiones de justicia por parte de las autoridades en el caso, e indicaron su sorpresa, ya que a su conocimiento nunca se había presentado algo semejante.
“Nos ha marcado duro, porque uno tiene hija también, eso es un golpe demasiado fuerte, hoy quizás nos tocó a nosotros, pero le puede tocar a otra familia también y en otro centro educativo que no sea nada más este también en este batey”, dijo José Domínguez.
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