Al tiempo que Israel daba los últimos pasos para lanzar la invasión del sur de Líbano, que ha comenzado en las últimas horas, Estados Unidos anunciaba el envío de varios miles de soldados y más aviones caza para reforzar su presencia militar en Oriente Próximo. El objetivo, según explicaba la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, es la protección de las fuerzas estadounidenses ya desplegadas en la región y “si fuera necesario, la defensa de Israel”.
Hasta el momento, Washington cuenta con cerca de 40.000 militares en Oriente Próximo, que tras la llegada de los refuerzos sumarán aproximadamente 43.000, según mandos del Pentágono. Desde el comienzo de la guerra en Gaza en octubre del año pasado, el Departamento de Defensa ha llegado a sumar hasta 50.000 soldados en la zona, cuando dos portaaviones estuvieron desplegados simultáneamente en aguas de la región.
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El domingo, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, había declarado en un comunicado: “si Irán, sus socios o las milicias que apoya se plantean aprovechar este momento para atacar a fuerzas o intereses estadounidenses en la región, Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias para defender a los nuestros”.
Esta es la distribución actual de las fuerzas estadounidenses en Oriente Próximo:
— Personal militar: Estados Unidos mantiene en tiempos normales cerca de 34.000 soldados en la zona responsabilidad del Mando Central, encargado de Oriente Próximo, en bases en Irak, Siria, Jordania y otros puntos de la región. Desde el comienzo de la guerra ha reforzado esa presencia para tratar de disuadir sobre una ampliación del conflicto, proteger a las fuerzas ya desplegadas, contribuir a la defensa de Israel y participar en una evacuación si fuera necesaria.
— Buques de guerra: en el golfo de Omán se encuentra el portaaviones Abraham Lincoln. Esta fortaleza flotante y su grupo de escolta tenían previsto emprender el regreso a su base este octubre, pero el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha ordenado que prorrogue su misión un mes más.
Se encuentra de camino hacia el Mediterráneo oriental un segundo portaaviones, el Harry Truman, que zarpó hace una semana de su base en Norfolk (Virginia). Desde el comienzo de la crisis hace un año, Estados Unidos ha contado con al menos un portaaviones en la zona, para aumentar su poder de disuasión contra posibles intentos de Irán o sus milicias aliadas de ataques a gran escala contra Israel.
Además, el Pentágono ha confirmado que su submarino de propulsión nuclear Georgia navega en algún punto del mar Rojo. También está destacado en Oriente Próximo el buque anfibio de asalto WASP, junto a dos buques de escolta y tres destructores. La formación del WASP está tripulada por 4.500 marinos e infantes de Marina, y está dotada de una treintena de aviones y helicópteros.
— Fuerza aérea: desde agosto, el Pentágono cuenta con cuatro escuadrones de cazas F-22 en Oriente Próximo. Previamente, ya mantenía en la zona aviones F-15 Strike Eagles, F-16 y A-10. El anuncio de este lunes incluye el envío de F-22, F-15 y F-16 adicionales, según ha precisado Singh. Inicialmente, había estado previsto que estos aviones sustituyeran a los previamente desplegados, pero las nuevas instrucciones ordenan que el primer grupo prorrogue su misión, lo que doblará el poderío estadounidense en la zona.
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